La historia desgarrada traza la historia del significativo olvido del genocidio por parte de sus contemporáneos, elaborando para esto una interesante tipología de aquellos intelectuales que permiten (o no) pensar la carga simbólica de Auschwitz después de Auschwitz. Auschwitz nos confronta con un rasgón de la historia que no deja de agrandarse, dialécticamente, a medida que con el tiempo este se aleja de nosotros. Hoy día obsesivamente central en nuestra memoria del siglo XX, el genocidio judío fue casi totalmente ignorado por la cultura occidental mientras el mismo se perpetraba. Frente al enceguecimiento -del que las Reflexiones sobre la cuestión judía de Sartre constituye sin duda el ejemplo más paradójico y más sorprendente-, son los exiliados judío-alemanes y los sobrevivientes de la masacre nazi quienes, entre los años cuarenta y sesenta, intentan pensar Auschwitz. Este libro les está dedicdo. Explora el paisaje intelectual que va desde París hasta Nueva York, de una Europa todavía en ruinas a una América convertida en tierra de exilio. Centra su atención en la filosofía (Adorno, Anders) y el pensamiento político (Arendt), sin excluir por tanto ciertas manifestaciones literarias (Levy, Améry) o inclusive poéticas (Celan). Simultáneamente ética y epistomológica, la reflexión de estos intelectuales indaga la relación de Auschwitz con la violencia en el siglo XX, analiza la complicidad inédita y terrorífica que los campos de muerte instauran entre modernidad y barbarie, entre racionalidad técnica y la exterminación masiva, y designa, en fin, los interrogantes planteados por este genocidio, así como las heridas que inflige a la cultura. Estas son algunas de las cuestiones que ocupan el centro del debate actual. Traverso, historiador italiano, no pretende hacer profesión de fe objetivista. Más bien procura implicarse en el curso de la historia. Su trabajo gira en torno de una constante obsesión, a saber: que el hilo rojo que atraviesa la historia de nuestro siglo está teñido por el predominio de la barbarie. La barbarie se coloca entonces por encima de la civilización. Con otras palabras, que la noción del progreso debe trágicamente asumir de una buena vez por todas su otra cara de Jano: la barbarie como hecho constitutivo del proceso civilizatorio; pues no hay verdadera evolución lineal de la humanidad, sino que, como los desperdicios de una fábrica, la civilización genera en su marcha una sucesión infinita de acontecimientos bárbaros que, al mismo tiempo que los actos de civilización, también marcan la memoria humana. Obra de cultura general de interés para todos los lectores interesado en los acontecimientos de la Historia reciente, para profesores y estudiantes de Historia así que para investigadores.