Tras varios años buscándose a sí mismo, el autor, finalmente, había tomado la decisión de dejar todo lo que hacía para poder adentrarse en su propio despertar espiritual. Entonces, Judith llegó a su vida. «Cerré los ojos y empecé a escuchar una cálida voz de mujer resonando en mi interior. Tenía personalidad propia y sus palabras venían cargadas de sabiduría y conciencia». ¿Quién era ella y por qué se había presentado de esa forma? Deja que suceda es una historia verídica en la que su autor nos presenta una serie de diálogos que ha mantenido con «alguien de conciencia muy superior», que escogió el nombre de Judith para ser identificada. Su llegada le ayudó no sólo a reconocer su propia identidad y la verdad sobre sí mismo, sino que además empezó a transformar su vida. Deja que suceda es el resultado de la relación entre dos niveles de conciencia, dos mundos distintos, dos formas de existir que deciden adentrarse conjuntamente en la exploración de cuestiones existenciales y aspectos que afectan diariamente a la felicidad de las personas.