Madre India narra un viaje entrañable que mira hacia adentro, hacia la significación mítica y cósmica. Con delicada sensualidad, gran riqueza de lenguaje y una asombrosa multiplicidad de matices, la autora recrea la palpitante sabiduría que yace en el regazo de una tierra-madre y la callada y sublime esperanza de sus protagonistas. Las historias que se cuentan delinean un triángulo geográfico; un espacio que es, en última instancia, el nexo de lo masculino-femenino, Shiva-Shakti, lo terrenal y lo divino. En uno de sus vértices recorremos la tierra de Orissa, donde resuena el eco de viejos héroes; donde las poblaciones tribales guardan ancestrales secretos y no se rinden a la derrota; y echan un pulso a las multinacionales. Mientras, en el otro extremo del triángulo sagrado late con fuerza el corazón de Mumba Devi, donde refulgen las voces del colonial Bombay, del nuevo Mumbai, o hasta del desafiante Bomgay. En esta selva de contradicciones la vida nos estremece con el relato de una devadasi, la amputación de los genitales de un eunuco o el tierno encanto de la isla Elefanta.