Carlota O ' Neill nos sumerge en el tenebroso muno carcelario de la mano de su propia experiencia e infortunio. Su marido, Virgilio Leret, capitán de aviación de la República fue asesinado la noche del diecisiete al dieciocho de julio de 1936. Pocos días después de la Sublevación, la propia Carlota fue encarcelada, separada de sus hijas, una injusticia que duró cinco largos años.