A la bruja Brunilda ¡Le encanta su nuevo ordenador! Todos sus hechizos serán posibles con sólo hacer un clic con el ratón, así que decide deshacerse de su libro de hechizos y de su varita. Pero Bruno salta sobre el ratón... ¡y las cosas empiezan a salir mal! Un poco de magia le iría muy bien... ¿pero cómo conseguirla?