En esta novela Arthur Conan Doyle da a conocer al detective Sherlock Holmes. Él y el doctor Watson, aún convaleciente de una herida recibida en una batalla en Afganistán, deciden compartir apartamento en Baker Street. Pronto el doctor Watson se convertirá en el reportero de los éxitos de este peculiar detective. En esta ocasión, aparece el cadáver de un hombre asesinado en la habitación de una casa deshabitada; no tiene heridas y tampoco el móvil del crimen parece ser el robo. Un posterior asesinato pone en jaque a la policía oficial. Será Holmes, con su insuperable agudeza, quien desvele los misterios que rodean a tan inquietantes sucesos.