Julio tiene 17 años y estudia segundo de bachillerato. Quiere ser ingeniero porque le gustan mucho las ciencias. Pero la Historia le parece un rollo. Por eso ha suspendido la asignatura. Menos mal que su tío Manuel, catedrático de Historia, lo invita a pasar el verano con él a su casa en la sierra. Todas las tardes tío y sobrino tienen largas conversaciones donde Julio poco a poco va descubriendo una Historia muy distinta que empieza a engancharle. Además de la Historia convencional, Manuel también le va contando la otra Historia, la que no cuentan los libros de texto. Mientras aprende, sin darse cuenta Julio va descubriéndose a sí mismo. En este proceso lo acompaña Clío, una chica maravillosa invitada de sus tíos con la que comparte horas de deporte, conversación y algo muy especial.