Los artículos reunidos configuran una imagen poco benevolente de la última fase del franquismo en los planos de la sociedad, la cultura y los nacionalismos, de la política exterior y de la interior. Late en todos ellos la voluntad de no simplificar la complejidad de los distintos procesos, de superar la tendencia a la compartimentación de los diversos planos de análisis, de articular lo que en el régimen franquista hubo de cambios y continuidades. Y hay, en fin, una apelación al debate. Un debate aún insuficiente, tanto como absolutamente necesario.