El campo de exterminio es el escenario donde podemos observar el final lógico y no un simple corte accidental del proyecto y dinámica del régimen nazi, una síntesis de prejuicios y utopía atestada de los recursos que la modernidad había construido, y que constituye el rasgo más distintivo del proyecto político del nazismo y, por consiguiente, de la experiencia fascista en su conjunto. En ese escenario habrá de representarse el sentido de pertenencia a la comunidad racial y el ejercicio de una voluntad absoluta sobre quienes carecen de privilegio.