Lejos de abordar el viaje como un apacible recorrido, Antonio Picazo emprende una travesía beligerante, que transcurre por diversos lugares de Asia. A través de caminos orientales que discurren por Birmania, India, China, Tíbet, Nepal, Mustang y Bután, el autor se encuentra con monumentos históricos, religiosos y convencionalmente asombrosos que, con una perspectiva eminentemente iconoclasta, convierte en meras ruinas para disgusto de turistas, viajeros y demás idólatras de la ruta. Lo hace con mucho humor y alto sentido crítico.Se trata de un largo viaje con muchos viajes dentro. Escenas surrealistas en China, un trayecto en tren con presos birmanos encadenados, sacerdotes hindúes corruptos, la doble cara de algunos sectores del clero budista tibetano y una lucha cuerpo a cuerpo con la ciudad de Calcuta, son algunos de sus ingredientes. También hay encuentros con gente entrañable llenos de pequeños detalles con llamadas a la ternura y a la sabiduría espontánea.Relato vital apasionante en el que aparecen tanto rufianes y bribones como gente cordial; un periplo entre lo canalla y lo lírico, a lo largo del cual el viajero protagonista comparte la ruta con un personaje cuyo temperamento siempre está al borde del volcán. Como si de un Dr. Jekyll y Mr. Hyde se tratara, son cómplices de sentimientos, pillerías y pacíficas batallas. Un viaje en busca de fuentes lejanas y difíciles de alcanzar, aunque en realidad es posible que no manen en parte alguna de la Tierra.