En la esfera de dominio de la empresa, se cometen hechos delictivos de los que pueden derivarse responsabilidades por omisión, tanto por parte de la compañía, como por la de quien tenía el deber de vigilar o evitar que sucediera. Y no sólo eso, pues los delitos de los trabajadores pueden llegar a producir, en ocasiones, daños de un elevado valor económico; o perjuicios irreparables. With just a few clicks of a mouse, un empresario puede así perder secretos de empresa de gran valor, o información confidencial perteneciente a la compañía; puede ser responsable por violación de los derechos de copyright, o exponerse a una denuncia por haber permitido la creación de un entorno hostil en el lugar de trabajo. En la presente monografía se analiza desde distintos puntos de vista la forma en que surge y se desarrolla el delito en el interior de la empresa. Se aborda detenidamente su fenomenología, la relación entre perfiles laborales y perfiles criminológicos, las estrategias para prever, evaluar y reaccionar ante riesgos derivados de la mera amenaza, sospecha o certeza de estar fraguándose un comportamiento delictivo que podría llegar a evitarse o que debería impedirse. En el contexto de la criminalidad intraempresarial, se originan así ciertos deberes de vigilancia y control del empresario respecto de aquellos delitos que llegan a cometerse en su esfera de organización, en virtud de los cuales puede llegar a imputársele distintos grados de responsabilidad por el hecho ajeno. Sin embargo, junto a ello, se erigen también determinados límites, que derivan del debido respeto a la privacidad del trabajador. Así, en base a tales límites la implementación de estrategias de prevención y control debe realizarse conforme a ciertos principios que logren un equilibrio entre los intereses contrapuestos, sin que puedan desarrollarse medidas de injerencia de forma ilimitada.