Akira Kurosawa forma parte de ese reducido grupo de maestros del cine que han acertado a forjarse una trayectoria profesional y artística fundamentada en un profundo dominio de los diferentes ámbitos industriales, artísticos e intelectuales que rodean a la creación cinematográfica. En su caso, este dominio queda reflejado en su personal estilo de narrativa fílmica: un estilo que le permitió articular un discurso de alto nivel expresivo e inconfundiblemente propio.