La contribución de Madrid al fl amenco ha sido siempre permanente y destacada, ejerciendo en diversas épocas de capital del mismo. Madrid ha dejado su huella artística en la forma y mundo del fl amenco, con la aportación de una nutrida nómina de artistas, con el mayor despliegue escénico para que pudiera tomar imagen, y alimentar la profesionalidad, y en consecuencia la creatividad que se manifestó en teatros, cafés y todo tipo de locales y escenarios, o sea, reavivar y alimentar un arte. En Madrid se gestaron movimientos artísticos que han condicionado las etapas históricas del fl amenco, con la mayor aportación conocida a la industria y a la cultura fl amenca. Por su condición de investigador y madrileñista José Blas Vega ahonda y aclara en este libro cuestiones que se han planteado sobre Madrid, para dejar patente la realidad fl amenca y aportar nuevos enfoques y hechos históricos. Todo un panorama que arranca desde el siglo XVIII con las tonadillas y los sainetes madrileños de don Ramón de la Cruz, donde se manifi estan ya estilos prefl amencos, para pasar a los fandangos de candil y al teatro de género andaluz, en actividad paralela con el nacimiento de los cafés cantantes. Tras la ópera fl amenca llegaron los espectáculos folclóricos y los tablaos, dando paso a los festivales, concursos, peñas, academias de baile?