Romero analiza aquí, entre otros aspectos, la reestructuración económica impulsada por el neoliberalismo y la globalización, la transformación del estado y el abandono de sus funciones sociales, y el pasaje de una sociedad relativamente homogénea e igualitaria a otra fuertemente segmentada y desigual. En suma, y a pesar de que en estas últimas décadas se logró el funcionamiento eficiente del sistema político democrático, la Argentina presenta hoy una realidad incierta y un futuro difícil.