Cuando asistimos al paso de la historia en una ciudad como Valladolid, siempre existe la tentación de fijar la vista en los monumentos, en las calles o en su orografía. Con esta obra que ahora se reedita, podremos caminar también por el sentimiento, por los terrenos de la cultura, de la nostalgia. Gracias a sus texto y fotografías casi se puede oler el Valladolid de principios del siglo XX, o escuchar el tránsito de los viandantes por calles que hoy, o bien ya no existen, o bien cambiaron de nombre.