La creación de redes de información ha modificado la comprensión teórica de los medios como instrumentos masivos para proponer un nuevo modelo de contactos masivos entre usuarios. El mundo virtual se llena de voces anónimas que buscan experiencias humanas de otros lugares e incluso de otros tiempos registrados por los ordenadores en sus bases de datos. Nos buscamos con ansiedad en este cibermundo. Nos identificamos por la información que podemos intercambiar. La cultura utilitarista se impone por medio de la información que gestionamos, y nuestra identidad social se deduce de nuestras facultades para su comunicación. Es una sociedad que agoniza en la deshumanización de sus principios, provocada por la imposición de un racionalismo instrumental, fruto del nuevo orden tecnológico.