Por su posición geográfica, su historia, su población y su cultura, Egipto estaba llamado a la prometeica tarea de ser la luz y el eje del mundo árabe. Ha sido, sin embargo esa misma geopolítica, que despertó el interés de las potencias dominantes en cada momento, junto a la hegemonía de distintas élites, lo que ha condenado a Egipto a la subordinación en el marco internacional y a una galopante pobreza, combinada con una enérgica represión política, en el interior. Esas son las cadenas que impiden a Egipto desplegar sus posibilidades como de gran potencia regional que estuvo a punto de cumplir durante los años de equívoco fulgor del gobierno de Naser. Esta obra llena un hueco indispensable en la bibliografía sobre Egipto, casi toda ella centrada en lo turístico, y muestra con precisión, espíritu crítico y vocación omnicomprensiva las causas y características de ese telón de fondo de los esplendores faraónicos y califales: la historia política y económica, las tensiones entre el capitalismo de Estado y las medidas neoliberales, las estructuras de poder tras la desaparición de Naser, el papel de la religión y del islamismo, de las élites y de los distintos grupos sociales (obreros, empresarios, estudiantes, judicatura...). Una obra, en fin, llamada a constituir la mejor herramienta de referencia para abordar esa realidad trágica y bullente, tantas veces escamoteada en los medios, que es el Egipto actual.