El lector se encuentra ante una obra ejemplar. En principio, se trata de una exposición razonada y apasionante de los grandes momentos del toreo moderno: la creación del pase templado y autoritario por Belmonte, la ligazón de los pases, obra del gran Chicuelo, y la visión estratégica de la faena de Domingo Ortega. Los tres elaboraron un canon que, más o menos, ha presidido la Fiesta, a veces incurriendo en la simplificación y la monotonía, hasta la época de Manolete, con la excepción heterodoxa, vibrante y decididamente atlética del mexicano Carlos Arruza. Pero este libro va más allá: reflexiona sobre la producción del toro moderno, desde la época de Guerrita, y debate de forma imaginaria, con elegancia y conocimiento, con Gregorio Corrochano sobre las respectivas visiones del toreo, y en concreto del pase natural. Obra llamada a hacer las delicias del aficionado de siempre, a orientar y estimular a quien se inicia en el arte, y a mostrar al antitaurino las raíces de la afición, Los arquitectos del toreo moderno no puede faltar en ninguna biblioteca. Y menos en la del amante de los toros.