Se dice que un proyecto ha fracasado si su plazo de ejecución o su presupuesto se ha desviado en más de un 30%, si ha fallado significativamente en la consecución de los objetivos para los que se había constituido, se ha cancelado prematuramente, o bien, no ha proporcionado los beneficios esperados. Desde esta perspectiva, se podría considerar que la mayor parte de proyectos, especialmente aquellos que se realizan en el marco de los sistemas de información, fracasan.Más que indicar cómo evitar tropezar, nuestro objetivo es plantear las situaciones en las que otros lo han hecho y evidenciar la forma, aspecto y volumen de los pedruscos que se interponen en nuestro camino, de modo que, con un poco de suerte y la ayuda de los dioses, en próximos proyectos podamos detectarlos con antelación e intentar eludir, de esta forma, un más que seguro trompazo.Un divertido tratado de indigestión de proyectos que todo directivo o gestor de proyectos debería leer y releer de vez en cuando.(Ramón Costa, Microsoft Productivity Center)Fantástico, excepcional, sublime, una obra repleta de lecciones magistrales, Montgomery
¿Para cuándo un libro de cocina?.(Francisco de Sebastián, Country manager para España, Forrester Research)Como podemos leer en esta magnífica obra, muchos proyectos fracasan por la falta de esponsorización; ojos que no ven corazón que no siente. Este libro te abrirá los ojos de par en par, aunque puede que lo sientas.(Felipe Requejo, Socio, Deloitte Consulting)Seguro que seguiremos enterrando proyectos muertos por causas poco naturales pero, gracias a la aportación del profesor Lee en este libro, les podremos poner el epitafio adecuado.(Ramón Picarín, Director de mejora de procesos, Grupo Gas Natural)Una valiosa y contundente demostración de que, sólo en contadas ocasiones (o sea, nunca), el fracaso de un proyecto podrá justificarse gracias a la famosa mala suerte .(Santiago Alcoverro, Responsable de metodología y procesos, Gas Natural Informática)El libro me ha encantado y me ha divertido mucho... pero no me atrevo a recomendárselo a nadie porque seguro que se sentirá demasiado identificado....(Sandra Moral, Directora de calidad y procesos, Wolters Kluvert)