No podemos resignarnos a tener que vivir desconociendo para siempre la verdad, ocultada por una historiografía cuya meta es respaldar la impostura establecida de los Estados gran-nacionales, cuando sencillamente la historia es la realidad. La falsedad de la división entre lo navarro y lo vasco ha sido desenmascarada en obras tan innovadoras como La Navarra marítima y Navarra sin fronteras impuestas. Su autor muestra ahora la realidad del Estado pirenaico de Navarra. Este libro recoge hechos irrefutables que demuestran la existencia de Navarra como Estado en el ámbito europeo, con una organización social que se plasma en su cultura pública o política y en la evolución del sistema jurídico propio. Hay quienes sólo consideran el etnos –comunidad cultural o Euskal Herria– como la nación, cuando Navarra es realmente el demos o cuerpo político del conjunto de la sociedad. La impostura historiográfica que amamanta el nacionalismo español y francés, tergiversa impunemente los documentos, y busca el ocultamiento de la Navarra real para sustituirla por otra, falsa y sumisa, consecuencia de las conquistas, divisiones y dominación que padece.