Este libro es el resultado de la tesis doctoral de la autora. Es una indagación sobre cómo se construye la identidad materna y paterna, como identidades de parentesco ensambladas con el género. Explora los hechos culturales de la procreación a través de la infertilidad y la fecundación in vitro, mediante las voces de mujeres y hombres infértiles pertenecientes a una comunidad. Convertirse en madre es algo muy deseado para la mayoría de mujeres y es entendido como una etapa de la autorrealización personal. Las mujeres de hoy exhiben el orgullo de ser madre a diferencia de hace unos años como un nuevo movimiento de mujeres, que reivindica en público la importancia de ser madre. La infertilidad es un impedimento al deseo de ser madre y afecta a las mujeres en el terreno de la identidad personal y social, de una forma diferente a cómo afecta a los hombres. Las mujeres infértiles con sus representaciones y definiciones sobre la infertilidad construyen una división cultural que representa dos mundos diferenciados: el mundo de «las mujeres normales», las que son madres y el mundo de las mujeres que «no pueden ser madres». El sufrimiento que produce la infertilidad a las mujeres, pone de manifiesto la importancia social de tener hijos y convertirse en madre. Este libro responde a preguntas relativas a la identidad que se hacen mujeres y hombres ante la recepción de gametos: ¿quién es la madre?, ¿quién es el padre?, ¿qué convierte a un hombre en padre y a una mujer en madre?, a partir de las respuestas de los propios protagonistas. Unas preguntas y respuestas que interesan a los estudios de la antropología del parentesco y al público en general.