Se han acabado el petróleo, el carbón y la energía eléctrica. Es pleno invierno, sopla un viento gélido y los dientes afilados del frío penetran en los huesos. Los hombres se miran unos a otros desorientados. Todo su bienestar conquistado, hecho de objetos maravillosos y de tecnología de vanguardia, es completamente inútil. Si quieren llegar al final de ese invierno de hambre y de miedo, el invierno de la muerte blanca y negra, han de volver la mirada atrás. El fin del mundo equivocado enderezará los ánimos, eliminará la presunción del rico y castigará la arrogancia del pobre, que se consideraba el único depositario del coraje y de la resistencia. Con la voz poética y sobria de la naturaleza imperiosa, y la fuerza de una imaginación visionaria, Mauro Corona construye una novela imprevisible. Una narración que espanta y emociona, pero, sobre todo, deja sin aliento por su implacable denuncia del futuro que nos espera.