Al inicio del siglo XIX, el hambre se veía como una inevitable catástrofe natural o como consecuencia de la holgazanería y falta de moralidad de sus víctimas. Hacia mediados del siglo XX se configuró una nueva comprensión del fenómeno del hambre. A lo largo del Imperio británico se estableció que los hambrientos eran víctimas inocentes de fuerzas políticas y económicas que escapaban a su control, por lo que desde entonces el hambre se vio como un problema social global. James Vernon capta este proceso de cambio tal como tuvo lugar en el Imperio británico durante los dos últimos siglos. Un trabajo de excitante originalidad que usa el hambre para cambiar nuestras ideas esenciales sobre la historia del Estado del Bienestar y sobre la democracia y la ciudadanía en el siglo XX británico. Es un libro de gran relevancia.