El presente libro intenta explicar lo que representa la edad de los ocho años en el contexto de la vida entera de la persona. Al empezar la escuela primaria, el niño sale del mundo íntimo de la familia y ve superado el modelo de educación espontánea que opera en su seno. Este nuevo universo en el que se dispone a entrar, un poco más exigente que el anterior, le es impuesto desde fuera, por la sociedad, pero siempre llega en el momento más oportuno de su desarrollo, cuando ya está dispuesto a soltar amarras y navegar con mayor independencia. Un período de la vida, en fin, en el que: - Aparecen nuevos amigos e intereses en el exterior del círculo familiar. - La escuela y las aficiones personales empiezan a cobrar protagonismo. - Las nuevas experiencias traen tantas satisfacciones como dificultades. Mientras los primeros siete años suelen dedicarse a cubrir necesidades psicológicas de supervivencia, los ocho años suponen ya un hito en la vida del niño, pues con ellos alcanzan un cierto grado de independencia respecto de los padres y el hogar.