Las navidades están a la vuelta de la esquina y todo el mundo anda liado con compromisos familiares. Si no le pone remedio, Salvador está a un pelo (de barba) de convertirse en la típica marica mayora que acaba cuidando a su madre, y mira que en una ciudad como la que vive oportunidades de zorrear no le faltan. ¡Si das una patada a una lata y aparece un chulo guapísimo! Pero tal vez ése sea el problema, que él los considera a todos
demasiado guapos. Mientras tanto y, para no perder el pulso, nuestro protagonista se mete en conversaciones surrealistas en el chat, se pasea entre papanoeles que huelen a sudor, dependientes modernos de infarto, ? esteros impenitentes del Faceboock y carnavales de grupos deportivos. Una historia donde cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia
es pura mala leche.