En el discurso de la sociedad del conocimiento está muy presente la noción de información como valor generador de riqueza. En sintonía con el denominado capitalismo cognitivo, a menudo se propicia la distribución de los recursos privilegiando posiciones con predominio informacional, situación que potencia el incremento de la brecha digital. Esta realidad requiere procesos que lleven a superar situaciones de desigualdad, especialmente a través de la formación de la ciudadanía en competencias informacionales y haciendo accesible el uso de la tecnología a todas las personas. Hay muchos ángulos y diferentes mecanismos desde los que analizar y actuar en el terreno de la inclusión digital, pero los autores de esta monografía defienden el protagonismo de las bibliotecas como factor clave de inclusión social. En la actualidad, la biblioteca, como institución que hace posible el libre acceso a la información, puede constituirse en protagonista en los procesos de inclusión digital y aprendizaje a lo largo de la vida y debe ejercer una labor fundamental en la compensación de desigualdades en el acceso a la tecnología. Formación y evaluación, temas centrales de este texto, son aspectos estratégicos que ayudan a la coordinación entre diferentes iniciativas y permiten afianzar resultados y contribuir a la transparencia de los procesos de inclusión digital. Los autores de este trabajo de investigación han elaborado un modelo formativo y evaluativo basado en competencias digitales, informacionales y sociales, especialmente diseñado para el aprendizaje permanente de los agentes comunitarios de salud en Brasil pero extrapolable a otros programas educativos especializados. El modelo permite, además de evaluar la eficacia del proceso educativo de los agentes comunitarios de Salud, intervenir en el diseño mismo de los programas pedagógicos añadiendo como una parte especialmente valiosa las competencias informacionales y lectoras estrechamente ligadas a las digitales.