«La reconstrucción del pensamiento religioso en el islam» es una obra fundamental del reformismo islámico de la primera mitad del siglo xx. Es quizás el primer gran intento dentro del mundo islámico de pensar a fondo y sin prejuicios los retos planteados por la modernidad occidental, y ello sin traicionar la propia tradición del islam y sus fuentes. El diálogo honesto con la filosofía, la psicología, la biología y la física occidentales ocupa buena parte de la obra, poniendo de relieve la sagacidad espiritual e intelectual de la tradición islámica. Iqbal tiende un puente entre esta tradición y el pensamiento de autores europeos como Bergson o Nietzsche. En este sentido, la obra es el producto de un proceso legítimo y auténtico de interfecundación de culturas. Mención aparte merece la conferencia sobre el principio del movimiento en la estructura del islam, auténtico tratado sobre la dimensión política del islam y una apología de la evolución permanente de la charia. Iqbal proporciona claves plenamente vigentes para la fundamentación de un islam abierto al cambio y comprometido con la igualdad, la solidaridad y la libertad. En su búsqueda de la plena realización del ser humano bajo la guía de la revelación coránica, Iqbal apuesta por un islam a la vez místico, secular y razonable.