El concepto de resiliencia se presenta potencialmente humanizador tanto como clave de lectura de la experiencia humana de sufrimiento, enfermedad, trauma, duelo, como por la parte del agente de salud o social que acompaña. No es lo mismo un plan de intervención centrado exclusivamente en las carencias que un plan que mire sobre todo a promover las potencialidades del individuo necesitado. Al escribir un libro sobre resiliencia en el Centro de Humanización de la Salud queremos sumarnos a esta corriente que canta a la libertad y a las posibilidades de los seres humanos en medio del sufrimiento. Al considerar la resiliencia no como una mera característica de algunas personas, sino como la suma e interacción entre elementos intrínsecos y extrínsecos, el tema se convierte en apasionante para quien desea ayudar a las personas en situación de dificultad. No se trata solamente de identificar a las personas con temperamento favorable a la resiliencia, sino también de fomentar los entornos potenciadores y los modelos de intervención positivos para renovar la mirada sobre las personas. Y es que la mirada tiene un gran poder potenciador de las capacidades del prójimo.