Al igual que en el caso de Hans Jonas, también las tesis de Paolo Becchi van, en algún sentido, a contracorriente: sus posiciones sobre el trasplante de órganos pueden ser incluidas entre las de quienes creen necesario un replanteamiento sobre los criterios para considerar a una persona como «muerta». El presente ensayo hace hincapié en los aspectos neurológicos, éticos y jurídicos relacionados con la debatida cuestión de la extracción de órganos de pacientes en estado de muerte cerebral constatada para su ulterior uso en trasplantes.