Este libro parecería una disertación acerca del antiguo problema filosófico de la relación entre el nombre y la cosa. Sin embargo, el ensayo -producto de las conferencias que el gran escritor portugués dictó en la Cátedra Alfonso Reyes del Tecnológico de Monterrey- resulta una fuerte crítica de la situación política actual en el mundo, en el sentido de que las definiciones que históricamente han encumbrado los valores de la política: democracia, igualdad, Estado, derechos humanos, no corresponden a la realidad de los hechos. De esta lamentable incompatibilidad, Saramago arma su lúcida y devastadora crítica, que demuestra que el lenguaje no siempre contiene lo que la cosa o el acontecimiento es.