Con el rigor de un diccionario y el hechizo de una novela apasionante, este libro constituye una de las más importantes aportaciones al patrimonio cultural gallego de los últimos años. En las 710 entradas de las que consta el Diccionario de los Seres Míticos Gallegos puede el lector encontrarse con gente pequeña, gigantes, ojancos, enanos, xacias, sirenas, xerpas, rabenos, encantos, lumias, lavanderas; entrar en los pazos de los moros y conversar con la Mourindade; robar el peine de la mora; recoger carbones que se conviertan en un tesoro; sufrir con paciencia a trasgos, diablos y tardos; dormir con Pedro Chosco, tener miedo de la Estadea; huír con Blancaflor o oír los cuentos de María Castaña. El lector podrá visitar las tumbas de Orcavella y la Reina Lupa; asaltará casas con Pepa a Loba; beberá en la fuente de Ana Manana; volará con brujas, chuchonas y nuberos; correrá siete parroquias con los hombres-lobo; verá como Dios crea demonios y ángeles; se asombrará con lobos, culebras, dragones, basiliscos, cocas, unicornios; navegará en el Bergantín fantasma; andará los caminos con la procesión de las ánimas; temblará en la noche al escuchar al Pájaro de la Muerte; se enfrentará con el Perro Negro, con el Lobo Blanco, con la Peregrina, con la Zarrulada, el Orco y con la Pastoriña; visitará ciudades sumergidas y enterradas, como Antioquía, Lucerna o Valverde, Pozos Piagos y entradas del Infierno, Caminos al Más Allá y Cabos del Mundo; conocerá a los cocos tales como el hombre del saco, el Sacamantecas, Maríamanta, la bruja de los dientes verdes; el Zampón y el Orco; leerá el Ciprianillo y desatará definitivamente el saco para coger a los biosbardos. Para encontrarlos, solo hay que abrirlo por cualquier página.