Los indios norteamericanos han vivido siempre en estrecha relación con la Naturaleza, y no solo con la escrita en mayúsculas, poblada de bisontes, alces, águilas, ríos caudalosos o inabarcables desiertos, sino también con la otra, la pequeña naturaleza, esa que se refiere al universo íntimo de cada ser humano. Así, la Búsqueda de la Visión personal constituía un rito de enorme importancia para numerosas tribus indias y era el primer paso al que debía enfrentarse el joven para ascender en la escala social. Alcanzar la visión implicaba una apuesta difícil: retiro en soledad, ayunos, privaciones, miedos, peligros desconocidos
no siempre se conseguía. Alce Negro, Caballo Loco y otros grandes jefes indios describieron los rituales, que aparecen en este libro unidos a un conjunto de relatos populares sobre una de las aventuras humanas más impresionantes de las tradiciones indias: el encuentro personal con la Naturaleza a través de un mensaje individualizado para establecer contacto vivo con el Orden del Universo.