En los últimos años, los estudios sobre los orígenes y formación de la civilización sumeria en la segunda mitad del IV milenio a.C. se han centrado en particular en la expansión exterior del llamado período de Uruk, que habría precedido directamente a la formación del estado sumerio en las tierras de aluvión de la Baja Mesopo¬tamia. La identificación de numerosas colonias de Uruk en el norte de Mesopotamia había llevado a los estudiosos a analizar este período clave (3900-3200 a.C.) desde la óptica de la periferia, basándose en los planteamientos de la teoría de los sistemas-mundo. El presente libro recupera el estudio de los procesos socioeconómicos y políticos dentro de la propia llanura aluvial, analizando los orígenes sumerios desde la óptica del centro, es decir, desde el núcleo central sumerio y las fuerzas que operaron en la Baja Mesopotamia en el marco de un comercio asimétrico con una vasta periferia, que le permitió acumular recursos, riqueza y poder gracias al sistema colonial más antiguo conocido en el mundo.