Este ensayo trata de una minucia, de un cuadro de pequeño tamaño, El paso de la laguna Estigia, pintado por Joachim Patinir, un artista que ha dejado poca obra y del cual apenas sabemos casi nada sobre su vida. Este cuadro se puede interpretar como un documento particular de una época que permite tejer a su alrededor una micro-historia desde la que estudiar la actividad de un grupo de artistas, humanistas, comerciantes y personajes públicos, que comparten un momento particularmente interesante para el devenir de Europa, estableciendo relaciones entre una obra particular y un contexto general que se ve reflejado en ella.