“Entre Clamores y Espantás” está llamado a ser una obra señera de la literatura taurina, pues nunca antes se había partido del dolor para crear tanta belleza. Cada página de este libro encierra y casi esclaviza un recuerdo y un sentimiento sublime que espera ser liberado por el buen lector. El concepto clásico del arte cobra un nuevo prisma de condena divina para el creador, quien conversa turbulentamente con sus demonios sobre su ángel. “Al toreo lo elevan los toreros castellanos y lo profundizan los toreros gitanos”, sentencia el autor, que ahonda en la importancia no justamente reconocida de los toreros gitanos en la historia. Al hablarnos del miedo en el toreo, casi podemos sentir los belfos del toro y su escalofriante respirar. Suenan clarines, y Jesús Soto de Paula mira a sus toreros: Belmonte, Manolete, Cagancho, Vázquez, Romero, Paula e incluso Tomás, para redescubrir sus misterios tanto por sus clamores como por sus espantás.