La Postmodernidad no es una mera concepción teórica sino una actitud psicológica y existencial. Esta era del vacío, como la catalogaba Lipovetsky, ha impregnado una serie de procesos creativos que han influido en la formación de una teoría y estética específica, estrechamente vinculadas con la perspectiva moral e ideológica derivada del pensamiento débil. Nace así una mentalidad global y una industria de la cultura de masas en la que el cine y la música han difundido y generalizado los valores de la razón cínica y sus criterios ideológicos. Para comprender los fundamentos que subyacen a la ideología dominante en la globalización contemporánea es fundamental analizar cómo se ha conformado este proyecto de alteración intelectual y de comportamientos sociales, así como la modificación estética y ética de lo que desde el siglo xviii se ha defendido como la razón ilustrada. Es tarea de este estudio, por tanto, tratar de hacer efectiva la afirmación de la Teoría Crítica según la cual la misión esencial del pensamiento es la aclaración racional y crítica de la realidad.