Una innovación no es un hecho aislado, sino que viene acompañada de cambios intelectuales y sociales significativos. La historia que aquí se relata relaciona por primera vez fenómenos de gran relevancia para entender el mundo de la computación de otras épocas. Se examinan los variados recursos técnico-matemáticos que se crearon en la Europa medieval y moderna según los ideales de racionalidad vigentes y los intereses políticos y económicos. E igualmente se analiza la tentativa de sustitución de esos métodos por dos ingenios excepcionales, concebidos por el matemático e inventor inglés Charles Babbage en el período de la Revolución Industrial. La mecanización de la mente no era ya una realidad lejana. Personas provistas de habilidades o de instrumentos organizadas convenientemente, máquinas aritméticas de variada naturaleza y tablas de datos eran los elementos que debían simularse mecánicamente. Los intensos debates que estos propósitos provocaron, en los que participaron personajes como E. A. Poe y Ada Byron, la hija de Lord Byron, ofrecen, como se comprueba en la lectura de la obra, una medida del alcance social de los proyectos de Babbage. Pero igualmente esos resultados condicionaron la cultura de la computación mecánica hasta la Segunda Guerra Mundial, momento en el que se inicia la etapa en la que nos encontramos actualmente.