a premisa positivista que articula de modo inexorable experiencia con verdad dio lugar a una configuración del campo disciplinar donde, por un tiempo, el testimonio logró ocupar una posición privilegiada como documento para revelar acontecimientos históricos ?en primer término colectivos? traumáticos y silenciados. Al aflojar el lazo entre experiencia límite y narración y asignarle un lugar preponderante a esta última, este volumen propone un examen de lo que podría ser pensado como el régimen simbólico de lo postestimonial. Explora, así, fórmulas literarias, fílmicas y teatrales que, independientemente de su pretensión de veracidad, ?hacen sonar la experiencia?.