La arquitectura y el uso de los espacios del Palacio Episcopal de Córdoba se han visto transformados con el paso de los siglos. La zona noble del edificio donde se disponían las oficinas de la Curia diocesana y la residencia del obispo, fue ocupa hasta el 2006 por el Museo Diocesano de Córdoba. Mientras que la zona de servicio, con un gran jardín y cuadra, se encuentra actualmente ocupada por la Biblioteca Pública del Estado, donde se queda integrada la emblemática escalera de Verdiguier del silgo XVIII.