El Siglo XIX pasará sin lugar a duda alguna a la historia por ser uno de los más complejos de lo que actualmente es el Estado español, en particular, y del conjunto de aquellos países que hoy conforman lo que venimos a conocer como Hispanidad, en general. Será una época en donde se visualizará con amplias dosis de nitidez la definición del concepto Nación Española, como expresión que venía a identificarse con algo totalmente novedoso: los españoles quedarían de repente convencidos en depositarios del poder, tal y como aparece definido por la Constitución de 1812, a la vez que surgirá en toda la América Española, como su de un proyecto común se tratase, el término de libertador, para hacer referencia a aquellos líderes políticos y militares que hicieron posible una América independiente de su, hasta ese momento, metrópoli.