Es sabido que la minería asturiana fue un sector económico en el que, aproximadamente durante un siglo, se pusieron en práctica técnicas empresariales de gestión del personal que llamamos paternalismo. En general, estas fueron una forma de garantizar el óptimo aprovechamiento y la fidelidad de la fuerza de trabajo mediante la aplicación de políticas asistenciales que encubrían una intromisión en la vida privada de los obreros que formalmente resultaba inadmisible en un Estado liberal. La supervisión del patrón o sus delegados dentro del horario laboral podía ser constante y completa, al menos en teoría, pero fuera del mismo no le asistía ningún derecho a controlar las actividades de sus trabajadores. Por otra parte, podría decirse que la mayor parte de las interferencias que se daban en el ideal empresarial de tiempo libre provenían de ese amplio campo que Maurice Agulhon definió como sociabilidad. Dentro de la aludida estrategia paternalista de extender el control patronal fuera del centro de trabajo este fue un aspecto insoslayable, causa de que proliferaran experiencias asociativas «populares» por su composición mayoritaria, pero que contaban con la orientación de elementos de otras clases. Es comprensible que dar a estas asociaciones la tutela adecuada a sus fines no resultara muy costoso para esos promotores burgueses, ya se tratara de sociedades mutualistas, coros o incluso ateneos obreros. Esto no quiere decir que no hubiera en estos ámbitos espacio para el conflicto y la organización autónoma de los sectores populares, pero se dará raramente. Sin embargo, las expresiones de sociabilidad informal, más espontáneas, desestructuradas e inestables, presentan una mayor dificultad para ser intervenidas por otras clases sociales y son vistas con recelo en ciertos ámbitos. Así se explica que algunas empresas trataran por todos los medios de encorsetar las apetencias de sociabilidad de sus trabajadores en instituciones propias y evitar a cualquier precio otras formas más difusas, como la taberna y el prostíbulo, que eran zonas oscuras para su poder. A pesar de su interés, la historiografía se ha desentendido de esta faceta tan relevante, cabe suponer que por la práctica inexistencia de fuentes escritas y la necesidad de contemplar otras, como el análisis espacial, con poca tradición en la disciplina. Partiendo de esta perspectiva, en la presente tesis doctoral se estudian tres casos de gestión patronal Solvay y Cía., Real Compañía Asturiana de Minas y Sociedad Hullera Española con el fin de explorar las relaciones de poder y los conflictos en la industria asturiana en un nivel en el que no se ha incidido mucho hasta el momento desde el terreno historiográfico, resaltando el valor de conceptos como el espacio y la sociabilidad en el estudio histórico y recuperando para el conflicto nuevos territorios que con un tratamiento más tradicional permanecerían en buena parte invisibles.