¿Qué secreto esconden los nombres de lugar más antiguos de las Illes Balears? La historia se sitúa cuando las tropas de Jaime I el Conquistador arrebataron Mallorca a los árabes en 1229; una vez asegurado el territorio, dejaron valiosos códices repartimentales de tierras y fincas que ofrecían, entre nombres de lugar latinos, árabes o catalanes, valiosos restos lingüísticos de las culturas prerromanas que habitaron las islas. Y es que, al llegar a Mallorca el cónsul Quinto Cecilio Metelo, en el año 123 antes de nuestra Era, hacía ya más de dos mil años que las islas estaban habitadas. Pues existía un sustrato toponímico indígena importante, mucho mayor que los escasos restos citados por los autores clásicos, como Bocchorum, Guium o Tucis. De alguno de esos fósiles toponímicos trata este libro.