El siglo pasado agotó la estética de la confrontación absoluta y ahora los vínculos estéticos emergen como garantes de la paz y de la unidad. La estética está para convertir lo absoluto en lo meramente necesario y la confianza es condición y guía de ese proceso. Este libro muestra varios aspectos filosóficos, poco matizados en el pensamiento español, en los que se hace imperativa una estética de la confianza: la naturaleza, el sujeto, el inconsciente y la verdad misma ocasionan una experiencia dual y escindida que exige confiada aceptación. Por otro lado, técnica y moral se concentran en el arte cual lenguaje nuevo que proporciona las imágenes regulativas que suministrara otrora la metafísica. La vida es representación y la época del arte de las obras de arte (Nietzsche) ha concluido. Como dice Gianni Vattimo en el prólogo, la filosofía tiene la tarea de corresponder a esta transformación, si es tal. Y la obra de Álvarez supone un paso significativo en ese camino.