El derecho no es simplemente un conjunto de normas, se configura en el marco de una estructura jurídica con el fin de ajustar las pretensiones de cada una de las partes de tal forma que se consiga un grado de justicia satisfactorio. Entender el derecho a la intimidad conlleva mucho más que estudiar las normas que lo regulan, dado que se trata de un derecho que encierra una profunda dimensión antropológica. Conocer el derecho a la intimidad va más allá del estudio de su normativa, fundamentalmente considerando el enorme protagonismo que ha cobrado en la sociedad actual, en la que el problema transcendiendo los márgenes jurídicos, cobra una dimensión moral e incide en la formación humana y cultural de la propia sociedad. El respeto del derecho a la intimidad de otros es posible únicamente cuando se ejerce este derecho en primera persona y se es consciente de su importancia".