Este libro es fruto de cuatro manos, dos fantasías y una sola fe revoltosa: Pedro Casaldáliga, obispo y militante del Reino y, ante todo, un ser humano excepcional, y José Luis Cortés, un evangelizador alternativo, se encontraron en las aventuras del reino y ofrecen juntos una sinfonía de poemas y dibujos con los que intentan que el mensaje evangélico "llegue" y siembre inquietud y esperanza.