Conseguir que nuestros hijos se sientan seguros de sí mismos y estén motivados es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los padres. Unos niños confiados en sí mismos y que se sienten seguros, tendrán mayores oportunidades de éxito, menos dificultades en el aprendizaje y se desarrollarán más felizmente.