Comunión y Liberación, Opus Dei, Legionarios de Cristo, Comunidad de San Egidio, Focolares, Neocatecumenales... Son solo los nombres más conocidos dentro de la galaxia de los movimientos eclesiales. Esta galaxia tiene su historia, que nace después del Concilio Vaticano I, recorre el Vaticano II y se desarrolla a lo largo de todo el siglo xx: es una historia que anticipa y prepara la expansión de los movimientos en los últimos treinta años, desde Juan Pablo II hasta Benedicto XVI. ¿Cuál es el significado de este fenómeno? Los nuevos movimientos, ¿son grupos militantes de un nuevo catolicismo lanzado a la reconquista de la sociedad? ¿O no será, por el contrario, que la exuberancia de los movimientos constituye un elemento de división que disimula la debilidad de la Iglesia católica? Comprender la historia de este nuevo rostro del catolicismo es la clave para captar las relaciones entre Iglesia, política y sociedad contemporánea.