La última vez que vimos al gato del kimono fue en la lejana Inglaterra, sin tener muy claro qué sería de él
En esta esperada continuación, han pasado quince años y Nancy Peña nos lleva a Londres, a un tea party organizado por dos importantes lores que compiten por servir el me-jor té de la ciudad. Uno de ellos encarga a Víctor Neville que consiga el mejor té posible y así ganar la competición, y no es un encargo fácil. Para complicar su misión, la casualidad quiere que conozca a Alicia, hija del lord rival (y la niña del gato del kimono), que parece decidida a ayudarlo para contrariar las ambi-ciones de su padre
. Con estos elementos, Nancy Peña orquesta una historia atrayente y llena de poética personal que plasma con su habitual trazo elegante y preciso inspirado en los grabados de época.