Zen de cada día se centra en muchos aspectos prácticos, como la forma de hacer más ágiles la mente y el cuerpo gracias al control de la respiración y la meditación; aprender a controlar emociones que nos agobian, como la rabia y el temor; crear un ambiente de serenidad en el hogar; embellecer el jardín con la sencillez de la naturaleza y preparar alimentos deliciosos.