Este libro es un canto a la libertad. Defiende la libertad individual frente a la arrogancia de los políticos, que pretenden saber mejor que nosotros mismos lo que nos conviene; a veces, incluso sacrifican nuestros intereses de animales adultos realmente existentes en aras de fantasmas inexistentes como los dioses o las naciones. La ausencia de libertad reduce nuestras alternativas, estrecha nuestro horizonte, mella nuestra creatividad, nos impide dar lo mejor de nosotros mismos y nos condena a vivir vidas menos interesantes y felices lo de que podrían ser. Esta obra contiene también un análisis riguroso de la cultura, sobre todo en sus aspectos más relevantes para el auge de la libertad. Ilumina con claridad, precisión y desparpajo poco comunes cuestiones tales como la democracia, el mercado, los derechos, las libertades, las religiones, las lenguas, la nación, la soberanía y la interferencia del Estado en la economía. Aunque la libertad individual sea nuestro máximo valor político, no se puede olvidar que el mundo está lleno de individuos violentos, crueles y peligrosos, y que la seguridad frente a las agresiones del prójimo es una exigencia irrenunciable de cualquier orden social. Por eso, el libro presta especial atención a la cultura de la violencia, de las armas y de la crueldad. Indaga sobre cómo organizar nuestra convivencia de tal modo que la libertad sufra los menos recortes posibles, lo que incluye la exigencia de reformar nuestra cultura política, reducir la violencia y opresión que asolan gran parte del mundo y desmontar el obsoleto sistema político mundial, basado en los Estados nacionales soberanos. Todas las tendencias profundas de nuestro tiempo apuntan en la dirección de la globalización y el cosmopolitismo, que además constitutyen el marco más favorable para el florecimiento de la libertad, como aquí se muestra con un enfoque fresco, directo, original y sin tapujos "políticamente correcto".